VÍAS FERRATAS

Se accede desde la carretera que une el pueblo de El Colmenar (Estación de Gaucín) con la carretera Algeciras — Ronda. En el Puerto del Negro nos desviamos hacia el Camino del Peso.
La peculiaridad de esta ferrata, es una larga escala de cable a mitad de la vía, que la hace bastante exigente tanto física como técnicamente. Sin embargo, este punto es salvable por su lateral derecho con una bifurcación a modo de escapatoria, por lo que es posible obviar la escala en caso de no poder superarla. El recorrido se divide en dos tramos verticales, separados por una corta travesía descendente con terreno suelto. Varios tramos horizontales y dos suaves desplomes completan la dificultad, sin que existan puentes ni tirolinas. El itinerario destaca más por su carácter atlético que técnico. Es frecuente el apoyo directo en la roca. Se trata de una ferrata de dificultad moderada, calificada globalmente con nivel K3, si bien debemos aumentarla a dificultad alta y nivel K4 en caso de optar por la escala. Salvo el tramo de la escala, es una vía apta para iniciarse en esta actividad. El equipamiento se encuentra con las grapas corrugadas en muy buen estado, aunque los cables de la escala no mantienen la adecuada tensión. Los protagonistas de esta vía son sus placas verticales, con unas formidables panorámicas del entorno. Aunque las vistas del patio tampoco desmerecen, no destaca por su exposición aérea.

Se encuentra situada en las paredes calizas que rodean el Castillo del Águila, realizando un recorrido circular.

El punto de acceso está en la puerta de entrada del castillo, que está situado como es obvio en lo más alto de un promontorio, y al que ascendemos por un camino empedrado zigzagueante. La peculiaridad de esta completa ferrata, considerada corta pero intensa, es que tiene un trazado circular, y se realiza su primera mitad en descenso, remontando en el tramo final el desnivel descendido. El recorrido combina dos placas verticales de 28 m. de desnivel, que se recuperan en un tercer largo final escalonado. Se incluyen también tres tramos horizontales con dos suaves desplomes, dos puentes nepalíes, un puente tibetano y una tirolina.
El itinerario destaca más por su carácter técnico que atlético. Es muy frecuente el agarre directo en la roca, así como el apoyo de los pies, por no haber dispuestas grapas en numerosas ocasiones. De hecho, la ausencia de grapas en los primeros pasos, ya nos indican esta exigencia. Hay que recordar que la línea de vida no está diseñada para agarrarse, por lo que haríamos trampa al usarla como pasamanos. Se trata de una ferrata de dificultad media-alta, calificada globalmente con nivel K3